MICRORRELATOS      

 

 

FÍSICO SIN PRETENDERLO

El joven James acaba de conocer que ha de superar un examen oral de matemáticas para certificar su ingreso en la Universidad de Manchester.

El joven James se coloca en la cola equivocada y cuando llega hasta el profesor, y este le formula las preguntas, se da cuenta de que le están preguntando sobre física y no sobre matemáticas.

El joven James piensa que resultaría engorroso explicar la equivocación y, además, el profesor le resulta interesante.

Si el joven James Chadwick se hubiera cambiado de fila el descubrimiento del neutrón tendría que haber esperado. Y seguramente el Nobel.

 

Ganador Premio del Público del VIII CONCURSO MICRORRELATOS CIENTÍFICOS FUNDACIÓN AQUAE.

 

CLORURO DE RADIO PURO 

Desde que llegamos a casa no paraba de moverse nerviosa. ¿Pierre, y si regresamos un momento?, propuso mientras la ansiedad la devoraba. 

Nos abrigamos y salimos en dirección a la rue Lhomond. Caminamos en silencio, escuchando el ruido de nuestros pasos sobre los adoquines de las calles desiertas.

Al llegar, Marie rompió el silencio: ¡No alumbres! Y durante unos minutos, disfrutamos de las siluetas fosforescentes, cual gusanos de seda, en que se habían convertido nuestros recipientes de cristal.

 

Ganador VII Certamen Literario de Microrrelatos "Mujeres Extraordinarias" marzo 2021. Editorial Letras como Espada.

 

 

FISIÓN NUCLEAR

Cualquiera habría pensado que su conversación giraba en torno a la difícil situación política que se vivía en Europa. Con mayor razón, de haber sabido que los paseantes eran dos refugiados huidos de la Alemania nazi.

Pero quien quiera que fuera se habría equivocado.

Acababan de encontrar una explicación plausible a la ruptura del núcleo de uranio cuando se le bombardeaba con neutrones.

Bien podrían haberse puesto a dar saltos de alegría. En su lugar, lo que hicieron fue continuar su paseo en silencio e intentar digerir el descubrimiento que habían realizado y del que solo la intensa nieve caída los últimos días y los altos árboles habían sido testigos.

 

 

ANNA

Aproveché su curiosidad para que posara y durante quince largos minutos mantuvo una de sus manos sobre la placa de vidrio.

A pesar del anillo de casada, visible en su cuarto dedo, a Anna le costó creer que esa mano huesuda fuera la suya.

Confesó haber sentido una mezcla de fascinación y miedo que hizo que mi esposa no quisiera participar nunca más en uno de mis experimentos.

Cumplí su voluntad, pero no pude evitar que la radiografía de su mano pasara a formar parte de la historia de la ciencia.

 

Mención VII Concurso Literario de Minicuentos "Homenaje a las mujeres" marzo 2021. Editorial Mundo Escritura.

 

 

HERIDAS 

Recordó cuando le esperaba a la salida del instituto. También las tardes en las que se arremolinaba junto a otras novias en las puertas del cuartel y de los nervios en la entrada del Juzgado el día de la boda.

De todo lo demás, gritos, insultos y moratones, prefería no acordarse.

La última palada de tierra no cubriría todas esas heridas, pero saber que no se volverían a repetir le hizo levantar la cabeza y mirar al futuro con esperanza.

 

 

Ganador VII Concurso Literario de Minicuentos “Recuerda” noviembre 2021. Mundo Escritura.

 

 

NUEVO AÑO, NUEVA VIDA

Cuando se sentó delante del televisor faltaban tan solo un par de minutos para las doce y los presentadores se aprestaban a dar las últimas instrucciones con las uvas ya en sus manos.

Con la primera de las campanadas acudió a su mente el primero de los desprecios. Cuando sonó la segunda no pudo evitar escuchar el torrente de insultos que le siguieron y con las siguientes campanadas hicieron acto de presencia, por riguroso orden, las humillaciones, los zarandeos, los moratones, las bofetadas, los puñetazos y la fractura de muñeca.

El eco de la novena campanada le llegó desde el hospital en el que tuvo que ser atendida y mientras la décima y undécima uva rozaban sus labios una agente de policía rellenaba, solícita, el impreso de la denuncia.

Justo cuando, con pulso firme, su mano izquierda rubricaba el escrito escuchó la campanada que inauguraba el primer año de su nueva vida. Cogió la copa y brindó por ello.

 

 

Finalista del VII Concurso de Microcuentos Navideños Vithas-Neurorhb, enero 2022.

 

PALABRAS

Todas queman. Esa palabra que no llegó a decirse. Aquella que se dijo a destiempo y esa otra que después de ser pronunciada no se supo explicar.

Todo ello, que hizo que sus vidas se fueran alejando, retorna ahora cada mañana, cada tarde, cada noche, como un fantasma y les recuerda que la palabra es un don, la inoportunidad un lamentable error y la oratoria un arte.

 

Finalista VI Concurso Literario de Minicuentos "Recuerda" noviembre 2020.

 

 

EL VIENTO TAMBIÉN MIENTE

Llevaba un buen rato corriendo y cuando ya me creía abandonada a mi suerte lo escuché.

Fue solo un susurro y no habría podido asegurarlo. Parecía el ladrido de un perro.

No recordaba ninguna construcción en los alrededores, pero podía estar equivocada. De ser así, eso me otorgaba alguna posibilidad.

Ligeramente aliviada, aligeré el paso y me encaminé hacia el lugar del que parecía proceder.

Cuando llevaba andado un buen trecho comprendí que había sido el ulular del viento lo que había engañado a mis oídos.

No me dio tiempo a lamentarlo. Escuché, ahora estaba segura, los pasos de mi perseguidor y comencé a correr.

Demasiado tarde. Mientras se abalanzaba sobre mí, y sujetaba con fuerza mis manos, me acordé del viento y pensé con tristeza que acababa de descubrir que esa luna que se elevaba sobre mi desgracia no era la única que mentía.

 

Publicado en la revista Compromiso y Cultura de diciembre de 2020.

 

 

FANTASMAS NOCTURNOS 

El trabajo de iluminación había sido brillante. El interior del palacio refulgía como si absorbiera toda la luz del sol.

El monarca se retiró a sus aposentos esperanzado en que esa noche, y todas las noches que quedaban por venir, los fantasmas que alteraban su sueño le dieran un respiro.

Cuando al día siguiente despertó se sintió pletórico y tras desperezarse y sin tiempo que perder se dirigió a presidir las ejecuciones del día.

 

Finalista VI Concurso Literario de Microrrelatos "Queridos fantasmas" noviembre 2020.

 

 

SUEÑOS ROTOS

Ni siquiera la penumbra de la habitación conseguía mitigar la sensación de que cada prenda que se quitaba sería una herida imposible de restañar.

Tumbada boca abajo, con los ojos cerrados y la cara vuelta hacia el infinito, sentía cómo a cada embestida del hombre una nueva lágrima resbalaba por su mejilla.

Lágrimas que ponían punto y final a una adolescencia que se había marchitado sin haber llegado a florecer.

Lágrimas que le hicieron olvidar las vertidas por esos sueños infantiles que no llegaron a cumplirse y que solo presagiaban las que le habrían de acompañar a lo largo de su vida adulta.

Lágrimas y más lágrimas que continuaron resbalando por sus mejillas mientras, acurrucada en un extremo de la cama, vio cómo su padre abandonaba la habitación cerrando la puerta tras de sí.

 

 

Publicado en la revista Compromiso y Cultura nº 86, febrero 2022.

 

 

 

CABALGATA REAL

Cuántos de vosotros conocéis los nombres de los Reyes Magos de Oriente, preguntó no sin cierto temor el maestro.

Una de las niñas que ocupaba una mesa próxima a él respondió sin vacilar. El maestro sonrió al escuchar la respuesta. Bueno, en realidad, Leonor, Juana e Isabel fueron reinas de Castilla.

El maestro volvió a formular la pregunta y de nuevo una niña dio la respuesta. El maestro hubo de realizar un enorme esfuerzo para no reírse y explicó a su joven alumna que lo último que hubieran deseado Clara Campoamor, Federica Montseny y Victoria Kent habría sido ver sus testas coronadas.

El maestro preguntó de nuevo y, en esta ocasión, la respuesta del jovencito que ocupaba una de las mesas del fondo de la clase le pareció la que más se aproximaba a esa fantasía que los niños o habían olvidado o les había sido robada.

Efectivamente, de todos los citados, Juan Tamariz, Luis Piedrahita y Jorge Blass eran los que más méritos atesoraban para ser considerados reyes de la magia. 

 

 

 

NO IMPORTA EL COLOR DE LA SENDA

Guau, guau…

¿Qué pasa? Esos ladridos mortecinos y esos ojos vidriosos no se corresponden con un ejemplar de tu porte.

¿No contestas? Entiendo. Que no dejes de mirar esa senda color albero solo puede significar que es el camino que tomó antes de abandonarte.

Y que no te hayas movido ni un ápice durante el rato que llevo observándote, que todavía confías en que regrese.

No sabes cómo te entiendo.

Mi mujer partió hace tres años por una senda parecida –bueno aquella era negra con rayas blancas–, y todos los días sigo oteando el horizonte confiando en que regrese.

Gua, guau…

Vaya, has entendido mi perorata.

¡Eres un perro listo! Si quieres cambiar de amo solo tienes que seguirme.

Por el vaivén de tu cola entiendo que me lo agradeces, pero que sigas avistando la senda, sin moverte, sólo puede significar que además de listo eres un perro fiel.

Mención especial del II Concurso Literario y Fotográfico “Por los Océanos” Sea Shepherd Uruguay 2020.

 

 

TIRO EN LA NUCA

Tres años dándoles esquinazo y volvíamos a encontrarnos en la casilla de salida de ese juego que solo podía terminar en sangre y del que yo tenía la mayor parte de los boletos.

Tres años escondido en pisos francos, saliendo solo por las noches, ayudado por un puñado de luchadores que compartían el resto de las papeletas de esa maléfica rifa.

¿Merecía la pena seguir huyendo?

Decididamente, no. Si no había sido capaz de despistarlos ya no lo conseguiría.

Sabía lo que me esperaba, si caía en sus manos. En el mejor de los casos, un tiro en la nuca. En el peor, el mismo tiro tras haber sido cruelmente torturado en las cloacas del poder.

Había llegado al final de la lucha, pero no les daría el gusto.

Lo dispuse todo y me senté.

Abrí la botella con la solemnidad que exigía el momento, cogí un libro de la estantería y me serví una copa de vino que saboreé con toda la delectación de que fui capaz.

No lo pude evitar y me serví una nueva copa.

Ese fue mi error. Llegaron antes de que pudiera volarme la tapa de los sesos.

 

Finalista del II Certamen Internacional de Microrrelatos Amnistía Internacional Valladolid 2020.

 

 

MORIR EN ABRIL 

¡Cómo habría disfrutado!

Siempre le gustaron las multitudes.

Acostumbraba a coger el metro en hora punta y a comprar los sábados en el hiper.

Paseaba por el Rastro o el Retiro los domingos y era un asiduo del 7 en Las Ventas.

Se desgañitaba hasta la extenuación en los conciertos de Sabina y no se perdía ni un partido de su Atléti.

Sí. Habría disfrutado de lo lindo, pero morir en abril, en plena pandemia, le impidió gozar de un entierro multitudinario como el de Galdós, uno de sus escritores preferidos.

Bien que lo sentiría en el otro mundo.

 

Finalista del XII Concurso de Microrrelatos de la Red de Bibliotecas Públicas del Ayuntamiento de Madrid, “Año Galdós" 2020.

 

 

AMANECER 

Desde niños, cada amanecer, todos los jóvenes del campo habíamos dado gracias al cielo por seguir respirando.

Gracias porque nuestros padres y hermanos siguieran vivos. Porque nuestras casas se mantuvieran en pie después de cada bombardeo. O porque la artillería hubiera dejado de martillear nuestros tímpanos. Demasiados agradecimientos a cambio de una existencia tan ruin.

Hoy he despertado entre los escombros de una casa que ya no lo era y al lado de los cuerpos mutilados de quienes, hasta un instante antes, eran mi familia.

Podía haber dado gracias al cielo porque seguía vivo. Porque unos cuantos tabiques de la casa seguían intactos. O porque los aviones habían desparecido del cielo.

Podía haberlo hecho, sí. Pero en vez de ello, por primera vez en mi vida, lo que hice esta mañana fue desoír al almuecín cuando convocó a la oración del alba y maldecir a la providencia por los miles de amaneceres que le había expresado mi agradecimiento por seguir viviendo.

Espero que Alá, el Todopoderoso, sepa perdonarme por lo que voy a hacer.

 

Publicado en libro colectivo del 1º Concurso de Relatos Colectivos ACEN 2020. 

 

 

EL CASTIGO DE LOS DIOSES 

Llevábamos diez días rezando. Diez días en los que mi mujer, mis hijos y yo elevábamos los ojos al cielo rogando a la providencia que atendiera nuestras súplicas.

Una ligera lluvia era todo lo que necesitábamos. Calmar nuestra sed y la de nuestros animales y que un pequeño hilo de agua discurriera por los surcos de nuestra huerta.

Al amanecer del undécimo día comprobamos con estupor que la lluvia había arrasado nuestros cultivos y los cadáveres de nuestros animales flotaban en el corral.

Con amargura recordé al rey Midas y pensé que, efectivamente, “cuando los dioses quieren castigarnos atienden nuestras plegarias”.

 

Publicado en el número 3 de la Revista Alborismos (2020) (Trujillo-Venezuela). 

 

 

CAMINOS DISTINTOS 

Fue muchos años después cuando me pregunté si todos los padres de Rincón de la Victoria actuaban de la misma manera.

Desde luego el mío nunca me decía que no y tampoco lo hizo el día que le pedí que me bajara una estrella.

Dicho y hecho. Fue bonito. Si acaso un tanto teatral, casi histriónico. Pero es lo que tiene ser mago.

Gesto bello y efímero, pues duró lo que dura un suspiro y cuando quise darme cuenta la estrella había completado la distancia que separaba mi mano del cielo.

Sería por ser mago, pero mi padre me notó desencantada y en lugar de bajarme otra estrella o incluso la luna, me susurró algo así como camina y conocerás el camino.

Mago y raro como era, fue su manera de decirme que las fantasías y la vida no son la misma cosa, aunque a veces nos lo pueda parecer.

 

Ganador del V Concurso de Microrrelatos Círculo Cultural Bezmiliana octubre 2020.

 

 

MAREJADA EN TIERRA 

María, ha telefoneado Adrián. Dice que está bien y espera que por aquí haya pasado lo peor.

Se le veía contento. Ya sabes cómo es. Por lo visto están teniendo buena mar y las capturas han sido muchas.

Ha comentado que si esta noche se da bien recogen las redes y mañana ponen rumbo a casa.

Sí ya sé, pero no se lo he dicho. Ni lo tuyo ni lo de la niña. ¿Qué necesidad tenía de amargarle la vuelta?

Ya tendrá tiempo de sufrir y lloraros cuando pise tierra. ¿No te parece?

¡Pobre hijo nuestro!

 

Mención V Concurso Literario de Micronarrativa "Te echo de menos" noviembre 2020.

 

 

 

HOMENAJE A IBSEN

Al igual que en las fiestas, en la vida siempre hay un día grande. El mío fue aquel en el que decidí abandonarle, después de que una ráfaga de viento helado arrancara la venda de mis ojos y me mostrara que hasta ese momento y a pesar de todos mis desvelos solo había recibido humillaciones y que al igual que para mis padres había sido una muñeca pequeña él solo había visto en mí una muñeca grande.

 

1º Premio del VI Concurso Literario de Minicuentos “Casa de Muñecas” diciembre 2020.

 

 

VÍNCULO VITAL

Proclamar a los cuatro vientos su inocencia era algo que todos los presos hacían. Pero él era inocente. Había agotado todos los recursos y apelaciones y la fecha de la ejecución ya se conocía. No tenía sentido mentir. Decía la verdad y la verdad era que iban a ejecutar a un inocente.

No escuchar a los presos y desconfiar de lo que estos aseguraban era algo que todos los funcionarios hacían. Pero él si escuchaba y algo le decía que la ejecución que tendría lugar la semana próxima acabaría con la vida de un ser inocente, sin que él pudiera hacer nada por evitarlo.

El día de la ejecución sus miradas no se encontraron, pero mientras el veneno paralizaba el corazón del preso el del funcionario comenzó a latir con la fuerza de un caballo desbocado intentando, en vano, transmitir al reo la vida que iba perdiendo.

Nadie reparó en ello, pero al amanecer del día siguiente en el módulo de los condenados a muerte se contabilizaron dos ausencias. Mientras un cuerpo sin vida se alejaba de la ciudad que le robó la inocencia, un alma avergonzada buscaba otra ciudad en la que recuperar la inocencia perdida.

 

Publicado en la revista Compromiso y Cultura nº 73 febrero-2021.